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Apuntes sobre la labor Jurídica de Alejandro García Caturla, faceta poco estudiada (página 2)



Partes: 1, 2

Esta década también fue decisiva para el
desarrollo del
arte y la
literatura en
Cuba, matizada
por las reuniones artísticas que bajo el signo del
«arte nuevo» emprenderían el más
ambicioso y renovador movimiento
cultural que había conocido el país. En 1920 fue la
tertulia del café
Martí,
más tarde sería la redacción de El Fígaro el punto
obligado de reunión, luego surgía el Grupo
Minorista y las tertulias pasarían al café del
hotel Lafayette, al hotel Inglaterra o al
bufete de Emilio Roig de Leuchsenring. El único
denominador común era emprenderla contra todo lo viejo,
retórico y académico. Pero detrás de todo
esto latía la rebeldía contra el orden capitalista
burgués.

Son años en que convergen en La Habana nombres
como Nicolás Guillén, José Zacarías
Tallet, Juan Marinello, Carlos Enríquez y Alejandro
García Caturla entre otros.

En 1927 se caracteriza por la protesta estudiantil
contra el gobierno
constituyéndose el Directorio Estudiantil. La actividad de
Mella en el exterior se multiplica.

Es un momento de auge para el movimiento afrocubanista,
afrocubano o negroide para escándalo de racistas e
hispanizantes.

El 20 de mayo de 1925 toma el poder
político Gerardo Machado, quien presentara al pueblo un
programa
demagógico para ganar sus simpatías pero pronto
mostró la verdadera esencia de su gobierno con una
política
económica que beneficiaba a una minoría. El
«asno con garras» dejaría inaugurada, con su
periodo presidencial, una de las dictaduras más
sangrientas de la historia de Cuba.

En esta etapa inicia Alejandro García Caturla los
estudios de Derecho Civil en
la universidad
capitalina y este ambiente de
luchas políticas
y artísticas será decisivo en su formación
profesional y en su labor musical.

Desarrollo.

Entrada de
Alejandro García Caturla al Orden
Judicial

Nace Alejandro García Caturla en Remedios, el 7
de Marzo de 1906, siendo el primogénito del matrimonio
conformado por Diana Caturla y García y Silvino Evelio
García Carrillo y constituido del 15 de marzo de
1905.

En el año 1920 Alejandro García Caturla
responde a una serie de preguntas hechas por su
condiscípula Margarita González en una libreta de
encuestas.
Entre ellas está ¿Qué carrera te
gustaría estudiar? La confesión es breve pero
contundente: La de Derecho, porque me gusta la igualdad ante
todo.

En toda su labor jurídica se aprecia cómo
este adolescente de sólo catorce años haría
una divisa de esta respuesta en su corta pero fructífera
carrera judicial.

Caturla comenzó a estudiar la carrera de Derecho
Civil en la Universidad de La Habana en octubre de 1922 y recibe
el título el 22 de enero de 1927 -cuatro años y
seis meses después-.

El 19 de enero del propio año, en carta enviada a
sus padres, hace referencia a los temas que debía
responder para graduarse como Doctor en Derecho Civil.

Los temas que me salieron fueron los tres harto
difíciles: 1ro contrato de
prenda mercantil; 2do cuestiones prejudiciales y su crítica; 3ro requisitos y crítica
del contrato de cuenta en partición.
(1)

Caturla desarrolló el primer aspecto referido al
contrato de prenda mercantil. El tribunal después de
escuchar su exposición, le interrumpe para hacerle
algunas preguntas de rigor sobre el tema dos, contesta
correctamente, teniendo su aprobado sin dificultad.

En la propia carta pidió, además, le
hicieran los preparativos para comenzar a ejercer su
profesión lo antes posible, aunque nunca antes del 7 de
marzo, por no tener aún la mayoría de
edad.

Al graduarse desempeñó interinamente en
varias ocasiones los juzgados municipales de Placetas y Remedios
por designación de la Sala de Gobierno de la Audiencia de
Santa Clara. Posteriormente fue nombrado por Decreto Presidencial
del 6 de febrero de 1929 como Juez Municipal 2do Suplente de
Caibarién, cargo del que tomó posesión el
día 18 del mismo mes y año y que
desempeñó hasta el 11 de diciembre de 1930. Por
Decreto Presidencial del 2 de septiembre de 1931 es nombrado Juez
Municipal 2do Suplente de Remedios renunciando al mismo el 23 de
mayo de 1933. Ingresó en el poder judicial
por Decreto Presidencial del 11 de octubre de 1933 ocupando el
cargo de Juez Municipal de Ranchuelo del que tomó
posesión el 18 de octubre de ese año. El 28 de
junio de 1935 es aprobado como Juez Municipal de Palma Soriano
ocupando su cargo el 16 de julio de ese año donde
ejerció hasta el 17 de enero de 1937.

Desde el 8 de febrero de 1937 desarrolla su actividad
judicial como Juez Municipal de Quemado de Güines y el 1 de
agosto de 1938, al crearse el Juzgado de Instrucción del
Partido Judicial de Remedios, es nombrado para ejercer el cargo
del que toma posesión el 8 del propio mes y año
hasta el día de su muerte.

También fue Juez Visitador como delegado del Juez
de Primera Instancia de Santa Clara e Inspector Permanente de los
registros
civiles de este partido y de los anexos a los Juzgados
Municipales que integraban el mismo. Al morir visitaba los veinte
y ocho juzgados de cuarta clase de la
antigua provincia de Las Villas.

Principales
causas atendidas.
Actitud ejemplar en el ejercicio de su
profesión

Su primera defensa como abogado la hace en la causa 703
del año 1927.

En el año 1929 recibe los primeros ataques del
llamado Poder Judicial, en tanto es procesado por supuestas
faltas
cometidas durante el ejercicio de la profesión accidental
en Remedios y a tal fin, el Dr. Antonio González Llaguno
realizó la instrucción del Expediente de
Corrección disciplinaria. En sus descargos Caturla refiere
la poca importancia y trascendencia de las infracciones,
dictándose sentencia el 1 de junio de 1929, por el Dr.
Pedro Cantero y Turiño, a favor de Caturla.

Este ataque que recibió el joven abogado de
sólo 22 años en el poder judicial, le hace
comprender tempranamente los muchos obstáculos que
tendría que vencer para mantener su honestidad sin
manchas.

Dentro de las principales causas atendidas se encuentran
la de 1932 donde representa como letrado a su tía Olga de
Caturla en el juicio 182, contra Andrew E. Mc. Namara, ciudadano
norteamericano, por concepto de
hipoteca en la cantidad de ciento veinte pesos a la demandante.
El tribunal después de los trámites procesales de
rigor, dictó sentencia a favor de Olga de Caturla, fijando
además la indemnización por concepto de gastos en el
proceso.

En el año 1933, durante su estancia en Ranchuelo
como Juez Municipal, libra una dura batalla contra los Hermanos
Trinidad, industriales dueños de la Fábrica de
Tabacos y Cigarros que llevaba su nombre, quienes eran demandados
por los trabajadores que exigían garantías
laborales; a favor de los cuales se pronunció
Caturla.

Quizás por esta razón, y valiéndose
de que Alejandro García Caturla no se encontraba en dicha
localidad, la parte afectada prepara una manifestación,
desaprobando su actuación como juez.

En las conclusiones del suceso el Dr. Ernesto Ruiz
Riezco expresa que:

No conciben ni resisten la actuación de un
juez que castiga cuando tiene que castigar, sea el que fuera el
delincuente y los amigos que éste tenga que pudiera
influir a su favor que impone libremente la pena según su
leal y espontáneo criterio, que no imita a su antecesor, y
que en síntesis,
rechaza toda influencia ya sea de índole política o
sentimental.
(2)

En 1935 toma apuntes, minutas, correspondencia para la
realización de un proyecto de
ley
orgánica del poder judicial en el que llega hasta el
artículo 18. a este trabajo le
dedica varios meses de ese año.

El 22 de mayo de 1935 expuso al Consejo Consultivo de
Estado de
la
República sobre el proyecto Laredo Brú acerca
del nuevo Código
Penal que mereció los elogios de Diego Vicente Tejeras
–magistrado del Tribunal Supremo y miembro de la
comisión codificadora definitiva-.

Ejerciendo su función en
el municipio de Palma Soriano en 1936, impone una multa de 550
pesos al norteamericano Frederick Machbasth, administrador del
Central "Miranda", quien violara las leyes sociales
del Gobierno Grau-Guiteras, en las que se establecía la
obligatoriedad de la participación del 50% de obreros
cubanos en el trabajo,
dando preferencia a los extranjeros en esa
compañía.

En ese mismo lugar lucha contra los juegos
prohibidos, principalmente la bolita y chivichana, sanciona a
banqueros y apuntadores, encontrándose el Jefe del Puesto
de la Guardia Rural entre los principales implicados. Por esta
causa sufre el primer atentado contra su persona, ocurrido
en diciembre de 1936, y del que milagrosamente salvó la
vida.

Por su desempeño en Palma Soriano la prensa local
comenta:

La sociedad ha
experimentado una satisfacción al conocer que está
al frente del correccional el Dr. García Caturla,
sostén y amparo de la
decencia, de la justicia y de
la rectitud (…) por los principios
justicieros que sustenta, tiene el respeto de sus
superiores la admiración del pueblo (3).

En 1937 comienza su actividad judicial en Quemado de
Güines. Acepta diez Recursos de
Amparo de Posesión, establecidos por los campesinos de la
finca "Capricho" sita en el barrio Carahata de dicha localidad,
los cuales estaban fundados en la Ley de coordinación azucarera del Plan
Trienal.

El Dr. García Caturla es el primero en la
República que aplica la ley de Coordinación
azucarera, existiendo gran expectativa en el término ante
el desenvolvimiento de estos recursos.
(4)

El sábado 31 de julio de 1937 Alejandro
García Caturla participa en un desenterramiento como
procedimiento
de los juicios número 69 y 72. La foto que le tomaran ese
día es la única constancia gráfica, en su
función de juez, dentro de los fondos del Museo Casa
Alejandro García Caturla de su ciudad natal.

En 1938 al crearse el juzgado de Instrucción del
Partido Judicial de Remedios, es nombrado para ejercer el cargo
del que toma posesión el 8 de agosto. En este se
desempeñó hasta el día de su
muerte.

Pero la labor de Caturla no se limitó a su
juzgado de instrucción. Era muy común verlo
alternando funciones como
Presidente de Juntas Electorales Municipales e Inspector
Electoral de Quemado de Güines, Zulueta, Yaguajay y
Placetas.

Dentro de sus funciones electorales participa en los
comicios para la elección de delegados a la
convención constituyente, donde su destacada labor es
reconocida en carta a él enviada por el Presidente de la
Audiencia de Santa Clara, el 27 de noviembre de 1939.

Avala este testimonio la circunstancia de no haber
llegado hasta ni una sola queja por "vuestro comportamiento," y si en cambio el
unánime clamor que habéis sido para todos -como lo
esperaba- que ahora pleno de ufanía lo declaro suprema
garantía y máxima confianza
. (5)

Al revisar los expedientes personales del juez Caturla
en los últimos años de su vida pueden confirmarse
las constantes solicitudes reclamando sus servicios por
la Audiencia de Santa Clara como Juez Especial de toda la
provincia y por el Tribunal Supremo para investigar denuncias
contra jueces y otros funcionarios judiciales.

En el informe semestral
rendido el 1 de enero de 1939 a la Sala de Gobierno del Tribunal
Supremo de Justicia, denuncia la difícil
situación que tiene creada en el pueblo de
Camajuaní, por la conducta
irregular que observa el juez Máximo Fernández
Tablada, pues este, junto a la policía prohijaba y
consentía por interés,
los juegos prohibidos de la chivichana y la bolita.
Y
más adelante señala que son los infelices a los
que siempre se les hace responder de sus actos y no a los grandes
que se creen amparados por poderosas influencias, cuando los
hechos se realizan por todos, grandes y
pequeños
…(6)

Todo lo anterior demuestra el cúmulo de trabajo
que tenía que desarrollar y la capacidad que
poseía, no solo al desempeñar su labor judicial de
forma correcta y abnegada, sino porque durante todos estos
años también llevaba una intensa vida como creador
musical.

Esta actitud
honesta que revela Caturla ante la ley, le hace ganar la
admiración y confianza del pueblo. En enero de 1940 recibe
una carta de los presos de la cárcel de Santa Clara,
denunciando la conducta de las autoridades penitenciarias, en
esta misiva lo aclaman Juez Justiciero.

Es usted el Juez Justiciero, que no se aparta de la
ley para veneficiar al malvado, por ninguna cantidad, y es usted
el Juez prestigioso y digno que sabe introducirse en la verdad y
hacer justicia contra la infamia.
(7)

Con estas palabras quedaba bien definido el carácter de Caturla: justiciero, firme e
insobornable.

Estudioso de las
leyes vigentes en su
tiempo. Aportes importantes a la ciencia del
Derecho

Como funcionario que prestigió la judicatura
cubana, fue un gran estudioso de las leyes vigentes proponiendo
cambios en algunas de ellas al considerarlas ineficaces y
caducas.

No tomó su profesión de abogado como
un simple modus vivendi. Su preocupación por la justicia
lo llevó a realizar importantes trabajos entre los que se
destacó su intervención en las Reformas del
Código Electoral y un notable ensayo sobre
la delincuencia
juvenil.
(8)

En 1935 expuso al Consejo Consultivo del Estado de la
República sus criterios sobre el Proyecto Laredo-Bru,
acerca del código penal, mereciendo los elogios de Diego
Vicente Tejera, Magistrado del Tribunal Supremo y miembro de la
Comisión codificadora.

En ese propio año trabaja en la
realización de un proyecto de Ley orgánica del
Poder Judicial en el que, al dirigirse al Presidente de la
República y el Consejo de Estado, resalta que lo que el
mismo pretende es poner orden a la existencia de un conjunto de
normas
dispersas y lograr la estructuración de uno de los
más importantes "poderes" del mismo.

El 22 de abril de 1936 redacta el proyecto sobre los
Juzgados Correccionales de Tercera clase, contando con 14
artículos que modifican lo preceptuado en la Ley
Orgánica del poder judicial. La idea principal es que
existieran juzgados correccionales de tres clases: 1ra La Habana,
2da Santiago de Cuba, Camagüey, Cienfuegos, Santa Clara,
Matanzas, Cárdenas, Colón, Pinar del Río,
Marianao y Remedios, 3ra Consolación del Sur, Sancti
Spíritus, Ciego de Ávila, Guantánamo,
Holguín, Victoria de las Tunas y
Palma Soriano.

En agosto de 1939 elabora el Proyecto de
Legislación Tutelar de Menores, donde explica sus
criterios sobre la aplicación de medidas de seguridad a
menores delincuentes. En este defiende la idea que los menores
que hayan cumplido 12 años de edad y que cometan hechos
graves, de gran peligrosidad, sean recluidos en el Reformatorio
juvenil, aunque si se trata de hechos que no llegasen a adquirir
proporciones alarmantes se les imponga como alternativa alguna
medida tutelar y modificar su medio
ambiente.

Este ensayo «Medidas de seguridad para menores
delincuentes» fue publicado por la revista
Repertorio Judicial, donde Caturla colaboró con frecuencia
en los últimos años de su vida.

Con fecha 26 de febrero de 1940 se remite al Dr. Eduardo
de Acha en Santiago de Cuba agradeciendo la publicación de
una sentencia sobre la no sancionabilidad de menores; al respecto
le dice que es un aliento largo en esta carrera, dura e
ingrata, pero que tiene satisfacciones como esa, cuando se
cumplen los deberes y se sirve a la humanidad…

(9)

A continuación, y refiriéndose a su
tesis sobre
menores, le comenta que ha sido aceptada por su compañero
de la sección tercera de la Audiencia que se trata de
un caso de homicidio
imperfecto cometido por un menor educando, alumno del Instituto
de esta ciudad al que se ha impuesto una
medida tutelar, recluyéndose por término de un
año en el hogar de su padre. En ella fue factor
determinante nuestro actual Presidente de la Audiencia, Dr.
Alberto Córdova, a quien deben conocer, que la suscribe
con otros dos magistrados.
(10)

Es en marzo de 1940 que surge la iniciativa de Caturla
prohijando el Proyecto del magistrado Alberto de Córdova y
Quesada, sobre independencia
absoluta del Poder Judicial y a su vez apoya el Proyecto de
Disposición Transitoria que adopta en unión de
setenta compañeros sobre ratificación de los
entonces vigentes funcionarios judiciales y fiscales en sus
respectivos cargos, o no reorganización del Poder
Judicial. Piensa que con ello al fin habremos logrado la
preciosa estabilidad que necesitamos para desenvolver nuestras
actividades normalmente.
(11)

Mamá, la
muerte me está buscando para llevarme al
cementerio…

Caturla prestó juramento a la Constitución de 1940 el 7 de octubre de ese
año. El 19 del mismo mes, solicita garantías para
su vida, dando a conocer que se planeaba su muerte por parte de
miembros del Ejército y de la Policía Nacional
como consecuencia disgusto producido por haber procesado a
hermano de policía
(12); ya en 1936 había sido
víctima de un atentado en su casa de Palma Soriano,
maquinado por la mafia protectora del juego. Un
segundo atentado le quitaría la vida el 12 de noviembre de
1940. Su asesino, José Argacha Betancourt, de dudosa
conducta, de baja condición moral y
económica, se encontraba separado de su legítima
esposa y vivía en concubinato
con Benedicto Espinosa y Espinosa la que, de una manera discreta,
ejercía la prostitución participando Argacha del
producto de
ese ilícito comercio. Al
negarse su concubina el día 9 de noviembre a continuar
ejerciendo la prostitución, la maltrató brutalmente
causándole contusiones en todo el cuerpo. Enterado de que
el que actuaba de juez de instrucción era el Dr.
García Caturla con fama de enérgico e inflexible
hizo un escrito que remitió al presidente de la Audiencia
tildándolo de parcial y, no conforme con esto,
decidió ver personalmente a Caturla y en horas de la tarde
del 12 de noviembre se le vio merodear por la casa de su
padre.

Horas más tardes dos disparos de un arma Colt
calibre 36 segarían la vida de Alejandro García
Caturla en una de las calles de la ciudad que lo viera
nacer.

La causa contra Argacha Betancourt número 850 de
1940 fue abierta a juicio oral, fallada por la sección
tercera de lo criminal de la Sala de Justicia, por sentencia
número 536 de 14 de junio de 1941, fue conducida con la
mayor energía por el abogado Dr. Jorge Luis Besada y
Pichardo hasta obtener el máximo de pena que autorizaba el
Código de Defensa Social vigente en esa fecha. Se le
impuso al procesado la sanción de treinta años de
reclusión, sanción que fue confirmada por la Sala
de lo Criminal del Tribunal Supremo de Justicia en su segunda
sentencia del 6 de marzo de 1942 en el recurso de casación
que contra aquella estableció dicho sancionado. La
sanción fue cumplida en el Reclusorio Nacional de Isla de
Pinos.

Con su muerte Remedios perdía uno de sus hijos
más ilustres, la judicatura cubana, uno de sus jueces
más honrados y el arte universal uno de los exponentes
más genuinos. Nicolás Guillen señalaba al
respecto.

El asesinato de Alejandro García Caturla en
Remedios, no es solo el crimen de un inconsciente, sino la gran
culpa de todos los que debiendo comprenderlo y estimarlo lo
ignoraron
. (13)

En varias oportunidades Argacha hizo solicitud de
indulto, a lo que se opusieron resueltamente las instituciones
fraternales y religiosas de Remedios así como los
familiares y amigos de Caturla. La primera solicitud se hace en
1944. Al respecto y desde las columnas del periódico
Hoy, Mirtha Aguirre, bajo el título de «Un indulto
imposible» escribía:

Nosotros tenemos la firme convicción de que
el hombre que
privó a Cuba de lo que Caturla hubiera podido aportarle
cumplirá su condena. Tenemos la firme convicción de
que el Sr. Presidente de la República no firmará su
indulto. Porque Ramón Grau San
Martín sabe como cualquier otro cubano lo que Caturla
era y lo que su muerte significó para la música. Pero creemos
que, a pesar de ello, los intelectuales,
los artistas cubanos están en el deber de hacer uso de la
palabra.
(14)

José Argacha Betancourt nunca recibió la
gracia del indulto.

Conclusiones

Concluidos los estudios de Derecho Civil en la
Universidad de La Habana, Alejandro García Caturla
ejerció como abogado ubicando su bufete en la casa de sus
padres; allí atendió disímiles casos:
desahucios, solicitudes de indultos, divorcios, recursos de
audiencia en justicia, raptos, etc. Se destacan, en los
últimos años de su vida, las actividades realizadas
atendiendo causas por delitos como
Juez Especial en la provincia de Las Villas y las designaciones
tanto por la Audiencia de Santa Clara como por el Tribunal
Supremo para investigar denuncias contra jueces y otros
funcionarios judiciales.

Caturla ejerció su profesión en un
período donde el país se encontraba inmerso en una
ola de corrupción y vicio y donde el aparato
judicial respondía al dominio
político. En ese oscuro escenario donde era protagonista
el soborno, la sumisión, el crimen y la violencia, se
alzó como juez en una actitud desafiante, intransigente,
utilizando como única divisa el respeto inviolable de la
ley sin distinción de clases o posiciones y en permanente
lucha contra los convencionalismos sociales.

Referencias
bibliográficas

(1)- María Antonieta Henríquez.
Correspondencia Alejandro García Caturla. Pág.
8

(2)- Recorte de la prensa que se encuentra en Expediente
que trata de la persecución contra el Juez Alejandro
García Caturla por el delincuente Rodolfo Rebull y
López. Fondo Archivo
histórico Remedios.

(3)- Recorte de la prensa de Palma Soriano encontrado en
el archivo familiar. «De nuevo toma posesión del
Correccional de Palma el Dr. García de Caturla».
Fondo del Museo Casa Alejandro García Caturla.

(4)- Recorte de la prensa encontrado en el archivo
familiar. Fondo del Museo Casa Alejandro García
Caturla.

(5)- Expediente personal del Juez
de Instrucción Titular de Remedios, Dr. Alejandro
García Caturla de 1939. Contiene carta al Presidente de la
Audiencia de Santa Clara con fecha 27 de noviembre de 1939. Fondo
Archivo histórico Remedios.

(6)- Idem

(7)- María Antonieta Henríquez.
Correspondencia Alejandro García Caturla. Pág.
388

(8)- Helio Orovio. Diccionario de
la Música Cubana. Pág. 167

(9)-.Idem. Pág. 298

(10)- Idem. Pág. 298

(11)- Idem. Pág. 299

(12)- Telegrama cursado por García Caturla al
Tribunal Supremo. 19 de octubre de 1940

(13)- Nicolás Guillén. «El crimen de
todos». En El Faro, 26 de noviembre de 1940

(14)- Mirtha Aguirre. Recorte de periódico
«Un indulto imposible». En expediente solicitud de
indulto José Argacha Betancourt. Fondo del Museo Casa
Alejandro García Caturla.

Bibliografía.

– Apuntes biográficos de Alejandro García
Caturla 1906-1940. Archivo familiar. Fondo del Museo Casa
Alejandro García Caturla.

– Apuntes biográficos de Alejandro García
Caturla 1927. Archivo familiar. Fondo del Museo Casa Alejandro
García Caturla.

– Diario El País. 2 de octubre de
1936.

– El Faro, Remedios. Año XI No. 1018

– Expediente de nombramiento Dr. Alejandro García
Caturla, Juez Municipal Accidental de Placetas exp.- 8, legajo-
1, folio- 5, No. Fondo 23. Archivo Histórico José
A. Martínez Fortún y Foyo, Remedios.

– Expediente personal del Juez Municipal Segundo
Suplente Dr. Alejandro García Caturla exp.- 23, legajo- 1,
folio- 1. Archivo Histórico José A. Martínez
Fortún y Foyo, Remedios.

– Expediente persecución contra el Juez Alejandro
García Caturla por el delincuente Rodolfo Rebull y
López. Fondo del Museo Casa Alejandro García
Caturla.

– Expediente personal del Juez de Instrucción
Titular de Remedios Dr. Alejandro García Caturla 1939.
Fondo del Museo Casa Alejandro García Caturla.

– Expediente sobre solicitud de indulto hecha por el
asesino de Caturla José Argacha Betancourt. Fondo del
Museo Casa Alejandro García Caturla.

– Guillén, Nicolás. «El crimen de
todos». En El Huracán, Remedios. Año XI No.
248.

– Henríquez, María Antonieta.
Correspondencia Alejandro García Caturla. Editorial Letras
Cubanas, La Habana, 1981.

– Orovio, Helio. Diccionario de la Música Cubana.
Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1981

– Sentencia No. 536 del 14 de junio de 1941 por la
Audiencia de Las Villas en la Causa 850 de 1940. Fondo del Museo
Casa Alejandro García Caturla.

 

 

 

 

Autoras:

Lic. María Aleyda Hernández
Suárez

Lic. Marcia María Guerra
González

SUM Remedios. UCLV.

Enviado por:

Asnety Chinea Franco

Partes: 1, 2
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